lunes, 26 de abril de 2010

Selección de máquinas expendedoras

Por estas tierras todos conocemos las máquinas expendedoras de refrescos, de chucherías, de café, incluso hemos visto las dispensadoras de helados.




Pero en el maravilloso mundo de estas máquinas no queda ahí la cosa. Hay más, mucho más...

Máquinas que expenden vajillas... de momento sólo un concepto, pero ya llegará:



Si nos detenemos en la amplia gama de las máquinas que nos ofrecen alimentos, podemos aburrirnos, y así tenemos la dispensadora de refrescos a la que tú no vas, ella va a ti:




¿Qué tal si lo acompañamos de unas papitas fritas?




O tal vez de una deliciosa pizza, que a ciertas horas ya hay gusa:




Si somos vegetarianos o no podemos ir hasta el mercado, unas verduras frescas del día te son ofrecidas en esta dispensadora:




Y también una docena de huevos, que ya puestos, esto es más fácil que hacer cola en el super:




Para aquellos que estén en el hemisferio sur, y para cuando lleguen aquí los fríos, una sopita calentita reconforta el cuerpo y el alma:




Y si tenemos una cena sorpresa con la estirada de la suegra, que lo flipe la coleguita que le plantamos unas langostas frescas, vivitas, de la expendedora de la esquina... Esto es saber estar:




Y pasando ya de la comida ¿Y si estamos en la calle y nos llueve de repente? No hay problema, la máquina expendedora de paraguas nos salvará de pillar un resfriado:




¡¡Oh, Dios mío, el Manolo que quiere quedar conmigo y yo con estas pintas!! Tranquilidad, el maquillaje te lo pone Sephora en su expendedora, el arte para usarlo ya es cosa tuya:
¿Y esa reunión de última hora? Hombre, por favor, no problem, te pìllas una corbatita y vas más que aparente:





Y siempre comunicado con un móvil recién pillado en la maquinita de enfrente:




Y las pilas, que no falten, siempre necesitas alguna en el momento más inesperado:




La reunión se acerca, ya tienes tu corbata, ya pillaste un móvil con el que estar comunicado y parecer más sofisticado ante los jefes y los clientes, pero te entra un dolor de cabeza que amenaza con llevarlo todo al garete... Hombre, pues pilla unas aspirinas en la maquinita de medicamentos:




Pero, también hay que dar cabida a las aficiones, si te gusta la pesca, esta es tu máquina, un poco de cebo vivo para pillar la trucha más gorda del río:




O tal vez seamos profundamente religiosos, pues las figuras de santos y los cirios no faltarán nunca:




Y terminando, ese turista, ese guiri que aquí tan bien conocemos, ese que nos deja las pelas, traducidas en el pan y el garbanzo del día a día del canario, como no íbamos a cuidar de él y de sus necesidades, aquí, una maquinita de souvenires:




Y para esas noches locas del sureto, que sabes como sales del hotel pero no como llegas, unas tanguitas para cubrir las vergüenzas y que no sepan que las tuyas andan en "vete tú a saber dónde":





Y ya, el colmo de los colmos, la máquina para los viciosos y bizarros, para los de gustos extremos, la máquina de bragas usadas:





Y para terminar, la máquina definitiva, la más extraña, la que no te va a sacar de ningún apuro, la que no sirve para nada, pero oye, si te da por ahí, pues la usas, la máquina que te da la suerte y la buenaventura:





Y lo peor, hay más, muchas muchas más.

5 comentarios:

Gabrielle dijo...

Qué recuerdos de Japón... qué maravilla :) Me has hecho feliz durante un buen rato!! Pero con estas maquinitas hay que tener cuidado que a veces no sabes qué te estás metiendo pa'l cuerpo... Recuerdo un día muerta de sed con fiebre y todo allá por Iga Ueno que me gasté los últimos yenes que llevaba encima para un bote de colores monísimos... Si no era agua de cenicero... tenía todo el olor y tengo que suponer que todo el olor... qué horror... Desde entonces solo te Kirin, Pocari sweet y fanta de sabores ja ja ja.

Me ha encantando el post..

Mirianrocu dijo...

Me alegra que te trajera buenos recuerdos, excepto por ese momento cenicero... Si es que inventan cada bebida que te quedas boba ¿Y cuántos kit kat distintos llegaste a catar? Seguro que unos cuantos.

Gabrielle dijo...

Pues de kit kat solo el de chocolate normal y el de fresa. De fantas había de uva, melón, manzana... aparte de las típicas, claro...

La pasada es que había máquinas que te daban las latitas de te caliente ummm

Mirianrocu dijo...

Japón es otro mundo, cuanto más sé de él, más convencida estoy. Tal vez llegue el día que tenga la posibilidad de ir allá, jeje, ojalá.

La Gata Schrödinger dijo...

jajajajajajaj... Pero qué gracioso!! Por acá por Lima no son lo que abunda pero hasta el momento, sin mi maquinita expendedora de café me muero. El café peruano - a mi gusto- está muy bueno y por ser peruano no cuesto ni medio euro, ja!
Se agradece el consejo y la visita a mi humilde pero acogedor rincón.
Saludos!!!